domingo, abril 28, 2024

Leonor y su España, un retrato de la arquitectura real del país, su valor mundial y las certezas sobre el futuro

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El escritor, empresario y periodista Rafael Vallejo Valdivia acaba de publicar con la editorial Círculo Rojo el libro Leonor, estadista ante revoluciones, en el que retrata la psicología y gustos de la heredera al trono, y en el que esboza la arquitectura real de la identidad de España; sus infravaloradas fortalezas en la escena geopolítica mundial, y las certezas sobre el futuro.

La obra de 156 páginas detalla el grado de cuánto manda un rey en la práctica, y cómo la corona supone una de las cuatro patas de estabilidad para el país.

La publicación revela que la forma monárquica es la mayoritaria entre los principales y muy estratégicos estrechos marítimos comerciales, casi todos ellos aliados a Estados Unidos, además de que la hispánica es una de las referentes europeas como la única de entre sus cuatro grandes potencias, y la de la principal variante del catolicismo cristiano, al igual que es la que encabeza el segundo mayor idioma global.

Así, el libro enfatiza que el peso mundial de España está bastante por encima de su dimensión económica y de su extensión territorial, ante una geografía entre norte y sur, y entre el Mediterráneo y el Atlántico, y ante una orografía cuyas cordilleras determinaron la multiplicidad de sus culturas internas, en una variedad sin casi comparación dentro de unas mismas fronteras.

La coyuntura de hace medio milenio catapultó al país a ser el eje del mundo, pero la del futuro la aboca a notables amenazas, como el calor, el envejecimiento y el desplazamiento al Pacífico del foco de poder, aunque aún hoy goza de la proyección planetaria de obras colectivas, espirituales e individuales, como son las deportivas, artísticas y empresariales.

A ello se une que una princesa será el icono de una de las tres monarquías más famosas del planeta, cuyos retos de hoy son la formación de su pueblo y una mayor cultura democrática para reforzarse como el país considerado como el mejor para vivir.

Rafael Vallejo Valdivia, que previamente publicó Madridismo: valores, espiritualidad y las singularidades del mayor movimiento desde el Medievo, asegura que su inspiración para su nuevo libro, disponible en papel y en eBook, ha sido “la consciencia de que la gran singularidad del país es la ternura de su gente”, por lo que va dirigido a quien “desee fortalecer todos estos activos que con frecuencia apenas se reconocen”.

Sinopsis

“Sobre las espaldas de una joven recae el destino del considerado como mejor país del mundo para vivir, gracias su clima, su cultura y sus gentes. España, suma de los estratos de quienes la poblaron y de su forma de responder a las circunstancias, goza de un valor geopolítico y de unas fortalezas con frecuencia infravaloradas. La coyuntura de hace medio milenio la catapultó a ser el eje del mundo, pero la del futuro la aboca a notables amenazas, como el calor, el envejecimiento y el desplazamiento al Pacífico del foco de poder. Los retos de hoy pasan por la formación de su pueblo y una mayor cultura democrática. Y una corona apartidista, sin solo conservadores, ejerce un papel clave para ello.

La forma monárquica es mayoritaria entre los principales y muy estratégicos estrechos marítimos, casi todos ellos aliados a Estados Unidos. La jefatura del estado español representa actualmente una de las cuatro patas de estabilidad del país, sobre todo como garante de la democracia ante quienes se arrogan, sin el refrendo de las urnas, la voluntad social, ya hayan sido militares, independentistas o populistas totalitarios. La votada Constitución legitima este modelo de liderazgo con un sistema de equilibrios internos y ante el mundo. Y la monarquía hispana es la referente europea como la única de entre sus grandes potencias, y la de la principal variante de la mayor religión, como es el catolicismo cristiano, al igual que la que encabeza el segundo mayor idioma planetario.

La geografía y la orografía han marcado la identidad de España, entre norte y sur, y entre el Mediterráneo y el Atlántico. Sus cordilleras determinaron el asentamiento de los invasores y la multiplicidad de culturas que conforman el país. Una variedad sin casi comparación dentro de unas mismas fronteras para alumbrar una potencia, entonces, pero también hoy, gracias a la proyección planetaria de obras colectivas, espirituales e individuales, como las deportivas, artísticas y empresariales. Y el poder blando, en la era de la imagen, de una joven y bella princesa, supone un activo para el país, como icono mundial al tratarse de una de las tres monarquías más famosas del planeta. Una heredera que ha dado muestras de cumplir los requisitos para el cargo que le espera. No le faltarán aliados, pero tampoco enemigos. Un monarca suele mandar más de lo que parece, readaptando su aportación para encabezar la causa en torno a la cual unir a su pueblo. Y en estas páginas se intenta delimitar y concretar todo lo anteriormente expuesto”.

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